El Sacramento de la Eucaristía
En el sacramento de la Eucaristía, nos reunimos para compartir del Cuerpo y de la Sangre de Cristo y para fortalecernos para ser más y más el Cuerpo de Cristo en nuestro mundo.
Hablando del Cuerpo de Cristo, San Agustín, advirtió, “Conviértanse en lo que reciben.” Cuando nos reunimos para la liturgia eucarística (comúnmente conocida como la “Misa”), nos fortalecemos con la Palabra de Dios y con el sacramento de la Eucaristía, que es un signo visible de nuestra unidad como hermanas y hermanos en Cristo.
Se celebra la Eucaristía todos los domingos, pero también se puede celebrar por un sacerdote u obispo en cualquier momento, en cualquier lugar, y por cualquier intención. Cualquier persona puede ser admitida al sacramento de la Eucaristía, y nadie está prohibido de acercarse a y de recibir al Señor en la Eucaristía.
Como es el caso con todos los sacramentos y celebraciones, no se cobra ninguna cuota para la celebración del sacramento de la Eucaristía en la Iglesia Católica Norteamericana. En honor de la ocasión, como símbolo de su gratitud a Dios, si deseas hacer una donación a la iglesia y/o al ministro que preside, puedes hacerlo a tu discreción.
Hablando del Cuerpo de Cristo, San Agustín, advirtió, “Conviértanse en lo que reciben.” Cuando nos reunimos para la liturgia eucarística (comúnmente conocida como la “Misa”), nos fortalecemos con la Palabra de Dios y con el sacramento de la Eucaristía, que es un signo visible de nuestra unidad como hermanas y hermanos en Cristo.
Se celebra la Eucaristía todos los domingos, pero también se puede celebrar por un sacerdote u obispo en cualquier momento, en cualquier lugar, y por cualquier intención. Cualquier persona puede ser admitida al sacramento de la Eucaristía, y nadie está prohibido de acercarse a y de recibir al Señor en la Eucaristía.
Como es el caso con todos los sacramentos y celebraciones, no se cobra ninguna cuota para la celebración del sacramento de la Eucaristía en la Iglesia Católica Norteamericana. En honor de la ocasión, como símbolo de su gratitud a Dios, si deseas hacer una donación a la iglesia y/o al ministro que preside, puedes hacerlo a tu discreción.